El despertador suena a las 6:45.
Quince minutos mas tarde, vuelve a sonar y él se pone de pié.
De siete a siete y cuarto toma una ducha.
Ocho menos veinte abre el protón de la cochera.
7: 55 llega a la oficina.
Desde las ocho en punto trabaja sin pausa hasta las nueve en punto que toma un recreo para desayunar.
Su próximo recreo -también de 10 minutos- lo destina a fumar un cigarrillo.
Una hora mas tarde hace el último descanso. Esta vez dura cinco minutos (lo que demora en comer una manzana).
12:00 apaga su pecé y sube a su automovil con destino cierto.
12:15 regresa a su hogar y se sienta a la mesa para compartir almuerzo con su mujer.
Se repiten los horarios de apertura de portón, regreso a la oficina, postre, cigarrilo y té.
18:00 se retira de la oficina y no vuelvo a verlo hasta el día siguiente.
El invento que extinguió a los machos no fué la pólvora, sino el reloj.
6 comentarios:
"Ocho menos veinte abre el protón de la cochera." Al carajo, y es físico también.
Un invento de mierda el reloj, la verdad.
¿Una cochera atómica?
Al margen, detesto a la gente que pone el despertador y deja que suene nuevamente 10 o 15 minutos después.
Es al pedo, te vas a levantar lo mismo.
LA NOVIA DEL RELOJ ES LA RUTINA! Y ESA SI QUE ES UNA CONCHUDA!
Me quede pensando si naci de la rutina de 2 personas?
Loco pasame una foto por mail y un contacto de verdad que hago tu post!
Salute!
Que aburrido, pero me gusto el hecho de "a los machos", porque evidentemente a las mujeres se nos complica más con el reloj.
Mas que complicarse más, nos importa un bledo el reloj!
HERMANA: Jaja lo dejo así?
HUGO: Yo también. Es obvio que corresponde cada cinco minutos..
DUENDE: Hija de puta, anticupido!
PETARDO: Uhhh Cierto!
LUJAN: Lo sospeché desde un principio.
Publicar un comentario